Alergia al Polvo: Formas de Mantener Tu Casa Libre de Polvo
El polvo se compone de escamas de piel humana, bacterias, virus, polen, insectos, restos de alimentos y ácaros, entre otros materiales que si permanecen en el aire por mucho tiempo y en grandes cantidades pueden irritar las vías respiratorias de personas predispuestas genéticamente a sufrir alergias.
En la alergia al polvo los desencadenantes principales suelen ser los ácaros, que son una subclase de arácnidos invisibles a los ojos humanos y que proliferan en lugares cálidos y húmedos, pero tienen la capacidad de sobrevivir en ambientes variados y extremos.
¿Cómo Saber Si Sufres Alergia al Polvo?
Si a menudo presentas síntomas como estornudos, congestión o goteo nasal, tos, dificultades para respirar, inflamación y enrojecimiento de la piel y/o picazón en la garganta, los oídos y/o los ojos es conveniente que acudas al médico. Es probable que te remita a un alergólogo y que te realicen pruebas para determinar con certeza si padeces una alergia al polvo.
En caso que se confirme una alergia al polvo es recomendable instaurar unos hábitos de limpieza en el hogar que evitaran la acumulación de ácaros en tus espacios.
Como Evitar la Alergia al Polvo
Mantener la casa libre de polvo, más que una necesidad para quienes ya tienen alergia a alguno de sus componentes, es una garantía para todos al momento de evitar futuros problemas respiratorios.
A continuación una lista con diez medidas a tener en cuenta en el hogar:
- Ten a mano una mascarilla para cubrir tu nariz y tu boca y para la limpieza mejor encargársela a alguien que no sufra de alergia al polvo para que lo haga por ti.
- Justo antes de limpiar una habitación, ventílala unos diez minutos.
- Usa un trapo húmedo para retirar el polvo y una aspiradora con filtro de partículas de alta eficiencia para quitar los ácaros. Ten en cuenta que plumeros y las escobas son menos eficientes al momento de limpiar, e incluso pueden ayudar a que se extienda el polvo.
- Evita tener cualquier cosa que acumule polvo como las alfombras, los tapetes, los peluches y las flores artificiales. Si ya tienes este tipo de artículos o no los puede evitar, lávalos, límpialos o aspíralos al menos una vez por semana.
- Procura que tu ropa de cama sea antialérgica y sécala muy bien tras el lavado.
- Lava con agua caliente o limpia con frecuencia los muebles, las cortinas, las persianas, las sábanas, las mantas, los cubrecamas, los edredones y las colchas.
- Emplea un purificador de aire y, si el clima es caluroso, un deshumidificador.
- El aire acondicionado y la calefacción también pueden ayudar a mantener el ambiente libre de polvo si cuenta con filtros especiales y se cambian con regularidad.
- Adopta la costumbre japonesa de quitarte los zapatos al entrar a casa y reemplazarlos por unas buenas pantuflas o sandalias. Una gran cantidad del polvo que llega a tu casa y se reparte por toda ella debido a los zapatos que usas en la calle.
- Instala un filtro para que evitar que entre el polvo por debajo de la puerta principal de la casa y otro para obtener el mismo efecto con la entrada desde el patio.
Si tienes dudas o necesitas un servicio de limpieza doméstica profesional no dudes en contactar con nosotros.
https://pixabay.com/en/vacuum-cleaner-carpet-cleaner-657719/